Con toda la emoción de llegar a un lugar como California, llegamos exhaustos después de 14 horas de viaje desde Asunción y luego desde los Ángeles en auto, buscando con emoción nuestro hotel que quedaba a una cuadra de la playa en Santa Mónica. Los precios de los hoteles en California eran bien altos, entonces reservamos un hotel muy lindo y que estaba dentro del precio que podíamos pagar.
Lo llamativo de todo era que al llegar debíamos llamar a un número de teléfono y el hotel no parecía tener ningún solo servicio. Las fotos del hotel por Booking.com se veían muy bien. Al llegar al hotel tenía los teléfonos ploteados por la puerta de entrada, al llamar nos indicaron un código de acceso y entramos. Al poco tiempo se presentó una persona quien nos guió hasta el estacionamiento que estaba a una cuadra. Nos ayudó a subir dos pisos por escaleras con las maletas y nos mostró las habitaciones. Le pedí que me cambiase de habitación pues no tenía vista y esta fue la que nos dió.
Contaba con kitchenette, gran armario, mesa alta para desayunar y gran vista a las playas de Santa Mónica. Lo que no me gustó fue el piso de la habitación porque era frío, así mismo las cortinas no eran anti solares y entraba mucha luz. La cama si súper cómoda y los edredones también. Tampoco importó mucho no poder dormir hasta tarde ya que nuestro recorrido era intenso. Lo que más me gusto fue el desayuno que encontramos en el local que estaba pegado al hotel, AIR FOOD, una fusión de menú francesa americana, el propio dueño del local nos atendió y nos sirvió el riquísimo desayuno.
La zona donde esta ubicado el hotel es muy linda, a una cuadra del Pier, tiene una excelente ubicación en cuanto a restaurantes, cafés, bares y shoppings; ubicado sobre la costanera lo que me permitió trotar por las mañanas con la mejor vista. La zona está muy cerca de Venice y de los barrios más lindos de Santa Mónica, así como a 25 kilómetros de los Ángeles, lo que nos facilitó ir a recorrer los Ángeles y dormir en Santa Mónica.
No se tienen que perder del Irishpub que está a la vuelta, hay buenas cervezas artesanales y comida casera.
También les recomiendo un shopping a la media cuadra con un Wine Garden en el rooftop, el único detalle que todo se abre máximo hasta las 22:00hs.
Cabe destacar que este hotel, tiene 16 habitaciones, cuenta con servicios de limpieza diaria y con cafetera y heladerita en la habitación. En el check out nadie se presenta para hacer este procedimiento y se ahorra costos en recepción, room service y restaurante.
Claro que la mejor impresión para mi hubiese sido que alguien nos reciba y nos despida con una sonrisa.