Emprendimos nuestro Road trip entre 4 amigos por la costa del Pacífico, salimos desde Santa Mónica bien temprano para desayunar en Malibú, elegimos una cafetería ubicada en uno de los muelles, llamado “Malibu Farm Pier Cafe” que, según TripAdvisor tiene el desayuno más recomendado y efectivamente es así. Jugo de naranja recién exprimido, café expreso, panqueques con salsa de arándanos y chantilly, fueron nuestras elecciones, que servidos en una terraza del muelle con vista a Malibú y a la casa de Charly Sheen no tenían desperdicio. También pedimos unos huevos revueltos con jamón, papas rusticas y tostadas que quedaron para el recuerdo!
Ruta 101
MALIBU FARM PIER CAFE
Seguimos nuestro road trip, unas horas después hicimos una parada en Santa Bárbara que nos sorprendió por la arquitectura española y el Palacio del Condado de Santa Bárbara por su majestuosidad y jardines, así como la iglesia frente a un café donde pudimos tomamos unos cafés bien fuertes para afrontar el fresco que se sentía cada vez más. La vista desde la torre del Condado estuvo realmente increíble.
Al condado se le llama a menudo como la «Riviera italiana-americana» debido a su clima mediterráneo y al parecido con la Costa Azul Francesa. Las Montañas de Santa Ynez recorren la ciudad de este a oeste y se elevan detrás de la ciudad con varios picos que exceden los 1.200 metros. Los primeros habitantes fueron los indígenas Chumash que se establecieron en modestas casas de madera y en las cuevas de las montañas de Santa Ynez. El Condado se trata una misión colonial construida en 1786 por Fray Fermín Lasuén, misionero que sustituyó a Fray Junípero Serra como cabeza de la red de misiones que los franciscanos construyeron en California durante el siglo XVIII. Su misión era evangenlizar a los indios Chumash que habitaban esa zona.
Vista desde el Palacio del Condado de Santa BarbaraPalacio del Condado de Santa Barbara
Nuestra siguiente parada fue Solvang, un pueblo fundado por una mujer danesa, cuya foto esta colgada en algunos negocios, a la que se le ocurrió replicar las casas y la cultura danesa en un pueblo de California. Me transporto a un pueblo europeo por la gastronomía, souvenirs y arquitectura del lugar.
Almorzamos muy bien, platos típicos daneses muy parecidos a la alemana, ademas picamos riquisimas Wurzt, recorrimos el centro a pie y de allí partimos finalmente rumbo a Carmel.
Luego de 3 horas y media de viaje, llegamos a Carmel by the Sea, a un hermoso hotel, el Carmel Inn, ubicado en uno de los valles de Carmel, a unos 6 minutos del centro. El hotel estuvo perfecto, pese al frío que hacía, el hotel logró confortarnos con todas las comodidades, si bien el hotel tenía varios bloques al aire libre, es decir las habitaciones se encontraban en el edificio conexo, sus instalaciones y los paisajes del lugar daban de que hablar.
Cómodos balcones para disfrutar la vista de las montañas y los valles, mirando hacia la piscina, un importante buffet por las mañanas en el desayuno y el gimnasio bien montado dotaban a este hotel de todo lo necesario para pasar una buena estadía. El Hotel tenía además de chimeneas, flores, mucha vegetación y decoración minimalista. Su jardín y la propia infraestructura muy bien montadas eran atractivos únicos en este hotel.
Al conocer la ciudad de Carmel by the Sea, uno se transporta a un libro de cuentos, lugares de ensueños, paisajes que parecen pintados a manos y con colores esfumados. Carmel tiene la capacidad de hacerte entrar en un estado de tranquilidad única donde se vive la riqueza de la naturaleza y una cultura propia del lugar, llegando a un estado de equilibrio perfecto entre la historia y naturaleza.
Es una ciudad elegida por los jubilados y los artistas, eso se nota en las cientos de galerías que tienen expuestas obras de arte y en los precios sobrevaluados de las viviendas. En los suburbios no hay alumbrado público, tampoco en la ciudad excepto en la Avenida principal Ocean Dr. en la que cada negocio ilumina su lugar. Al finalizar esta Avenida llega al mar, recomiendo divisar desde el mágico paisaje. De noche es bastante oscuro y dicen que no hay alumbrado público por respeto a la naturaleza y a los pobladores del lugar. Esto le da un charm especial.
Salimos a cenar a una pequeña Trattoria súper recomendada por Yelp! llamada La Balena, estaba llena, apenas encontramos una mesa, nos dieron un lugar en un rinconcito afuera por suerte a lado de estufas que nos abrigaban, probamos vinos de California y disfrutamos de una gastronomía singular y bastante costosa, nos enteramos que se llevó el premio al mejor Restaurante de Carmel, votado por la misma gente del lugar y cumple 5 años promoviendo la tradición toscana en Carmel. Los platos elegidos esa noche fueron los ñoquis al champiñón y unos taglietele al pesto.
Al día siguiente decidimos desayunar en Village Corner Bistró, en el centro de Carmel, un restaurante abierto desde 1948. El desayuno demoró un poco, pero lo bueno se hace esperar dice el refrán y las porciones enormes de huevos benedictinos con jugos de naranja natural se lucieron, una carta muy sofisticada con todas las opciones imaginables de desayuno.
El centro de Carmel by the Sea, como verán en las fotos es una ciudad de revista, calles angostas, floridas, ordenadas y limpias, ideal para recorrer a pie. Se encuentran a disponibilidad de los ciudadanos diarios y revistas de decoración, gourmet y de otros temas. Lo llamativos es que estos diarios y revistas son gratuitos y estan en casetas antiguas de madera. Abundan las casas de artesanías y arte, mezcladas con casas de ropa, de sombreros, de antigüedades, y marcas premiun.
Carmel by the Sea fue creada a mediados del siglo XX por sus fundadores con el lema de preservar y lograr la puesta en valor de la naturaleza del entorno y esto se nota hoy en la arquitectura integrada con la naturaleza, en sus drenajes de agua naturales y en un respeto absoluto hacia la misma, la verdad algo casi utópico en el mundo. Incluso hay una ordenanza que prohíbe el uso de zapatos de tacos altos en las calles de Carmel.
Hay un hotel muy famoso que es el Cypress INN, porque es pet friendly, uno de los primeros de Estados Unidos ya que es de una famosa activista por los animales llamada:
EL CARMEL PLAZA
THE VILLAGE CORNER BISTRO
Nos recomendaron muy especialmente recorrer las 17 millas, se trata de un recorrido, en el que uno puede observar una amplia variedad de paisajes.
Nuestra intención siempre fue recorrer la costa de California de punta a punta, lo que no sabíamos que además nos encontraríamos con las 17 millas o 27 km de Campos de Golf, costas de mar súper bravo, un ciprés solitario de más de 250 años en un arrecife, playas con arenas muy blancas, paisajes muy llamativos por la atípica y diversa vegetación, áreas para camping y unas flores súper exóticas. Pudimos observar una gran roca, donde los lobos marinos reposan al sol y un hermoso lugar para parar y realizar fotografías.
Vistas de las 17 millas
Por último, al salir de Carmel con rumbo a San Francisco les recomiendo un outlet de marcas super buenas que está en Monterrey próximo a Carmel, el Monterrey Outlet.