Será la cama cómoda, las toallas o los ambientes frescos ?

O es el lujo, un recepcionista expeditivo y amable o un remise de confianza?

De seguro que valoramos tanto un trato amable como la facilidad de tener agua caliente para la leche de nuestro bebe, así como la de tener quien lave las mamaderas sucias después y un conserje que nos dé los tips para conocer la ciudad.

Se valora cuando no tenemos soluciones a nuestras necesidades. Queremos conocer la ciudad pero nadie nos explica cómo lograrlo,  necesitamos una camisa planchada para la reunión de las 8 am y no hay plancha ni servicio. Los niños tienen hambre a las 18.30hs pero no hay servicio de cena “saludable” antes de las 20hs. Son detalles que van más allá de las infraestructuras que hacen a los hoteles; son al final las personas las que hacen esto posible, lograr la perfección.

Muchos hoteles invierten millones en infraestructura olvidando lo esencial,  invertir en los recursos no renovables.